jeudi, mars 08, 2012

Entrevista con el poeta y ensayista Rafael Cadenas




Un encuentro con el poeta venezolano Rafael Cadenas marcó el inicio de nuestras actividades, hoy, ya hace casi un año, les invitamos a leer la entrevista que nos concedió y una muestra de los poemas que leyó.


Entrevista con el poeta y ensayista Rafael Cadenas
por Rachel Mihault
¿Por qué prefiere Usted la poesía al teatro o a la novela ?
He sido lector de novelas y teatro desde mi juventud aunque hoy menos, pero la poesía, pensaba yo, podía expresar más brevemente el sentir. Eso fue lo que me atrajo.
¿Cuáles son los temas recurrentes en su obra ?
Han variado a lo largo de mi vida. En el primer período la memoria del exilio en Trinidad,  isla cercana a Venezuela ; después el conflicto interno producto de una crisis, el cual al suavizarse me ha permitido ir más hacia lo externo, ser más objetivo.
¿De qué manera trabaja Usted ? Es lo primero el trabajo de la escritura o la inspiración ?
Ambos, pero priva lo primero, la llamada inspiración es rara. Se manifiesta cuando un texto se escribe con una fluidez poco frecuente. Lo usual es el trabajo, que lleva tiempo, pues el poema se guarda, se revisa, se corrige, y a veces ni se logra.
¿De qué movimientos poéticos se siente Usted más próximo ?
De ninguno. Hoy la tarea es muy individual. Tampoco existen movimientos o escuelas. En estos días he sentido afinidad con Yves Bonnefoy porque habla de la Presencia, algo que está en nosotros, nos rodea y no sabemos ni sabremos qué es. 
La poesía es un medio para conocer el mundo. ¿Qué es lo que permite conocer más  precisamente, o piensa Usted como Mallarmé que hacer poesía es buscar un Eden inasequible ? 
Estoy muy lejos de Mallarmé. Hace tiempo escribí que de la poesía se espera que haga más vivo el vivir. Creo que al mismo tiempo apunta hacia el misterio de todo.

La poesía :¿tiene que ser comprometida ?
Sí, con la vida. La prosa sirve más que la poesía para tratar cuestiones sociales o políticas.
Permite decir todo ; la poesía en ese sentido tiene limitaciones ; opera en otra zona.

¿Quiénes son los autores importantes en su formación literaria ?
En uno influye, consciente o inconscientemente, todo lo leído, pero de los modernos debo mencionar a Rilke, Whitman, Rimbaud, Michaux, Borges, Milosz (Czeslaw), Cavafy y Pessoa. Son más, pero no puedo nombrarlos a todos. Además, desde el comienzo uno busca su forma propia.

¿Qué otras artes practica Usted ?
Ninguna otra.¿Cuáles son las artes que ocupan un sitio importante en Venezuela ? La música desde mucho antes del actual régimen. El desarrollo musical de Venezuela es un  fenómeno único en el mundo . Hay centenares de orquestas infantiles, juveniles y de  músicos mayores. Quien ha creado este movimiento, José Antonio Abreu, ha tenido un reconocimiento mundial.

¿Háblenos de los ensayos que ha escrito, ¿de qué temas tratan, qué mensajes quiere Usted transmitir?
Sobre la necesidad de cuidar el idioma para evitar su empobrecimiento, sobre la importancia
de verse a sí mismo, sobre los estragos que causa el ego. Últimamente, debido a la situación
política de Venezuela, donde existe una dictadura disfrazada que Europa quiere ignorar, he
escrito en defensa de la democracia.


¿Qué es venezolano en su obra ?
El país donde nacemos nos condiciona en todo -lenguaje, historia, costumbres-, pero hay un
rasgo allá en el sector de buen nivel cultural, que es su apertura hacia el mundo. Como
lectores, los venezolanos son cosmopolitas. En mí no ha influido mucho la literatura
venezolana, aunque la valoro enormemente.


¿Cuál es su experiencia de la enseñanza de la literatura en la Universidad ?
Yo lo que he hecho es conversar con los alumnos sobre los puntos de cada programa, con
total libertad. He procurado que aprecien las obras, sobre todo su lenguaje y lo que ellas nos
dicen. Casi todos los cursos que he dado han sido sobre poesía española clásica y moderna y
sobre poetas norteamericanos.


¿Qué necesitan los escritores, las editoriales y los libreros en Venezuela ?
Se importan pocos libros porque el gobierno les niega los dólares a los libreros independientes. Las librerías oficiales sí los reciben, pero importan sólo aquellas obras que
sirven de apoyo ideológico al régimen o que no coliden con él. Existe la editorial del
Estado, sobre la cual se puede decir lo mismo : está al servicio del gobierno. Publica
bastante, pero nada que vaya contra éste. Los escritores disidentes publican en editoriales
privadas o de otros países, especialmente España, México y Colombia.


¿Qué es de la traducción de las obras latinoamericanas ?
Se traducen los escritores muy conocidos como García Márquez, Vargas Llosa, Borges, Paz, Neruda; son pocos.

Usted ¿cuáles son los autores a quienes ha traducido ?
Mis traducciones están reunidas en El taller de al lado. Las hay de Cavafy, Segalen, Graves,
Herbert y otros polacos, Nijinski, Whitman y textos del zen. Todas del francés y del inglés.
Es decir, algunas son retraducciones, lo que no me gusta hacer pero cuando la obra es
importante lo hago.


¿Cuáles son las dificultades para traducir poesía ? Al traducir, ¿se traiciona la versión original?
Si se hace con cuidado, no hay traición. La que ofrece más dificultad es la poesía rimada,
pero ella no es la que se escribe hoy, aunque algunos poetas todavía la emplean. En esta
época ocurre una prosificación de la poesía, que comenzó con la aparición del poema en
prosa nacido en Francia, la ampliación del campo de la poesía que trajo Whitman y el verso
libre también creado por él y otros.


¿En qué se puede decir que la poesía eleva a los humanos ?
El poeta romano Horacio dijo que los poetas fueron los educadores de los griegos. Creo que
de eso se trata. La poesía, sin ser didáctica, sin proponérselo, educa, mediante la belleza del
lenguaje y del sentido, mediante su hondura, mediante aquello a lo que apunta. No me atrae
la idea de elevación. Mucha poesía, al contrario, nos trae a tierra, a la vida corriente, a la
realidad cotidiana. Eso pasa por ejemplo en el kaiku japonés, entre otras modalidades. Lo
que eleva, como lo indica la misma palabra, puede alejarnos de lo que somos.





samedi, mars 03, 2012

La Tristesse du Samuraï

Lo habíamos predicho: La tristeza del Samuraí sería un éxito en Francia

On nous l'avait dit:
Le polar de Victor del Árbol, publié chez Actes Sud, se trouve parmi les livres les plus vendus en France:

"La Tristesse du samouraï est un roman de Victor del Arbol, un policier catalan qui signe un roman noir ambitieux révélant le négatif de l'Espagne franquiste dans la seconde moitié du XXe siècle."


"L'intrigue est construite à la façon d'un puzzle qui ne révèle l'image d'ensemble qu'à la toute fin de l'histoire. L'auteur multiplie les allers-retours dans le passé et laisse progressivement les protagonistes révéler leurs secrets. Tel personnage que l'on croyait anodin se révèle un ancien bourreau, un autre qui semblait avoir le rôle de figurant devient un acteur majeur de l'histoire. De cette histoire touffue, surgit la vision d'une société espagnole hantée par son passé le plus sombre. Un roman en forme de catharsis."

Le Figaro

La tristeza del Samurai, el gran policíaco de la temporada

Editorial Alrevés, Barcelona, 2011.    



LA TRISTEZA DEL SAMURAI
de Víctor del Arbol 
Editorial Alrevés, Barcelona, 2011.    

En Barcelona una mujer al borde de la muerte enfrenta un juicio por asesinatos. Esta elucubrante situación no es sino el desenlace de las vueltas que da el destino. 


¿Cómo llegó Maria Bengochea Guzmán, abogada exitosa y honesta en la democracia incipiente española de los años 80, a ser perseguida por los tentáculos del facismo?  Al lado de su lecho de hospital, su padre, ex miliciano común de la falange, tiene la respuesta. Aquel señor, la cuida.  ¿O la vigila?

Encuentro con Daniel Bourdon/Rencontre avec Daniel Bourdon


Rachel Mihault, Frédérique Martouret et Sophie Savary
Daniel Bourdon,  intérprete al filo de la realidad, autor auto excluido

Bourdon es un lector tenaz, gusta de escribir al margen, empieza tomando notas, que persisten para crecer en proyectos de traducción, no sólo con Cadenas, también con los escritores venezolanos Wilfredo Chacón o Alfredo Machado. Sus lecturas se hacen experiencia y se entrelazan con la memoria.
Inusitados elementos, pescados entre un café en Sábana Grande, Caracas, o una Brasseerde París, visitan esquivos la memoria. El narrador padece entonces las tretas de la realidad o de su reconstrucción; cómo sucede, por ejemplo, en L’opuscule, donde la media sonrisa me habita, como caraqueña, a todo lo largo del libro, gracias al ingenio del autor, secreto cultor de la picardía de nuestra lengua. El libro como objeto es la metáfora tangible de la lengua y sus mecanismos, leer es tocar un universo secreto y sagrado, son múltiples sus formas de contárnoslo. Una revista académica que no llega ser publicada, una obra que desaparece entre ficheros desclasificados, un autor que le tiene pavor al trazo mismo… el palpable mundo del libro impreso no hace sino jugarretas a un lector tenazmente detectivesco.
¿Un elemento común en sus relatos? Acaso la lucha contra el acto mismo de expresarse. Claro, escribir es otra forma de leer, un acto que nos acerca a la realidad pues como decía José Roa (uno de los autores soñados por Daniel) sólo las palabras son reales.
Paula Cadenas


Daniel Bourdon


 Je fus anonyme sous les péristyles, élu en franchissant le seuil de lourdes portes aux vantaux entrouverts, égaré à l’aplomb de quelques clés de voûte. («Le commun des mortels», dans Les gardiens du territoire).




On vous invite à lire aussi: 
«Daniel Bourdon: l'art d'inquiéter l'espace»
par Patrick Werly


«L'opuscule» 

Présentation de L'opuscule de Daniel Bourdon


L'OPUSCULE de Daniel Bourdon
Fata Morgana, 1995.

Depuis Jorge Luis Borges, on sait que l'Amérique latine est une métaphore. Chacun y a vécu un temps. Pour moi, ce passage fut bref. Il m'a pourtant suffi: dès lors, je me suis habitué à n'accorder qu'une importance relative aux paternités littéraires. L'auteur est aussi vide que le roi est nu. Des phrases s'élaborent, se rassemblent, s'ordonnent. Elles construisent une histoire. Au moment de se présenter, celle-ci, affolée, s'aperçoit qu'elle a négligé de faire acte d'allégeance. L'imaginaire, voire la tradition, ne sauraient pourvoir d'un nom. Qu'à cela ne tienne : le patronyme du premier venu fera l'affaire. Les cinq textes de ce recueil évoquent les œuvres oubliées, inachevées ou inexistantes d'écrivains de seconde zone, méconnus ou fictifs.